Pocas películas pueden presumir de una combinación de estilos tan bien hilados y ceñidos, dispuestos en una trama de lo más variada. Desde que dan comienzos estos relatos, la conexión con los personajes y las situaciones es inmediata. Se sufre y disfruta por igual en la dinámica propuesta que ha creado el sobresaliente Damián Szifrón.
El film se compone de 6 relatos independientes que abordan temas tan manidos como las diferencias y rivalidades sociales o la muerte, sin resultar para nada repetitivo o visto. También se abalanza sobre temas políticos y dramas de la calle con los es imposible no sentirse identificado o sensibilizado. Al salir de la sala sentimos una gran liberación y entusiasmo por haber presenciado esos actos tan malvados sin ningún tipo de culpabilidad, y es que nuestros instintos más salvajes, de los que no podemos hacer gala, han sido liberados en el metraje. Una vez calmados, es imposible dejar de valorar la gran hazaña crítica y reflexiva del conjunto.
Cabe destacar de igual manera el gran hacer de sus actores entregados por completo al guión, luciendo con dominio tanto sus caras más amables como agresivas. Aportan cercanía desde el primer momento y nos deparan escenas impredecibles que no cesan para el asombro del público. Todo ello bajo un gran trabajo técnico y narrativo a la altura de las circunstancias.
Film más que recomendable, necesario, al que os animamos asistir. Cine argentino con mayúsculas al que le damos 4'5 puntos de cruz. Enhorabuena.
