Katniss regresa con fuerza en esta tercera entrega de los juegos del hambre. Se adentra en el distrito 13 con ganas de plantarle cara a un Capitolio astuto en su juego.
Las escenas y momentos corren con esmero, da gusto que no se dejen caer, en su mayor parte, por el lado fácil al que el género suele recurrir. Al igual que en anteriores entregas, las hazañas se cuentan de manera elegante, y con buen gusto. Sus personajes siguen siendo tan encantadores como los recordamos, y como no, Jennifer Lawrence vuelve a hacer gala de una gran actuación. Vemos caras nuevas como la de Julianne Moore; otras, en cambio, se despiden o al menos de manera verdaderamente presente, en el caso del gran Philip Seymour Hoffman debido a su fallecimiento al final del rodaje.Puede que no ofrezca tanto como las dos entregas anteriores y que todo se quede en un aperitivo extendido del próximo final. Sin embargo ofrece otro tipo de situaciones muy diferentes a los juegos, pero de igual compromiso emocional. Se acerca el fin de una saga de trabajada calidad destinada a un público que no se limita a cuatro hormonas al borde de un ataque de nervios (y es de agradecer).
Sin duda calmará el hambre de sus seguidores, aunque no saciará el tiempo suficiente. Por todo ello se merece 3'5 puntos de cruz.

