Spike Jonze nos presenta un futuro sin naves espaciales, no demasiado lejano y bastante creíble y premonitor.
Escruta las relaciones y los sentimientos más profundos de forma delicada. La sutilidad del diálogo une al hombre y a la tecnología, haciendo que Joaquin Phoenix consiga evadir la soledad y no eche en falta a nadie. Vuelve a la carga más melancólico que nunca con una actuación tan profunda que nos extrañaría que dejara a alguien sin atravesar y conmover. Pero él no se mueve solo, sino que va acompañado de la cálida voz de una Scarlett Johansson que nos habla desde el corazón, en una versión más educada de Siri. No la vemos pero su presencia llena la pantalla brindándonos acompañado de Phoenix unos de los momentos más experimentales y mágicos en pantalla de los últimos tiempos que nos ha puesto la permanente de punta. Amy Adams mostrándose como una gran amiga y confidente, tan poco apetecible que no parece ni ella, pero ofreciendo una gran actuación como siempre.
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La música escogida de forma deliciosa seduce a la par que su imagen y fotografía brillante y fría, contrastada con un cálido vestuario dejando como resultado una pieza elegantísima.
Te damos unos merecidísimos 5/5 puntos de cruz.