martes, 13 de mayo de 2014

Tócala otra vez Sam


La música juega un papel fundamental en el cine, complementa la narrativa y la hace más interesante. ¿Cuántas veces hemos viajado a una película solo con oír cuatro notas?.
¿Cuántos tenemos diversas B.S.O. (bandas sonoras) de nuestros films favoritos?. Todos las tarareamos constantemente.

Cuando la música es buena, deja huella, puede marcar la diferencia entre una buena o mala película. No hace falta que sea un musical para darle total importancia a lo sonoro, pues ocupa un papel principal en todas las producciones. Potencia conexiones con lo que no se puede percibir visualmente, y nos acerca a la experiencia del personaje.
Anticipa y finaliza acciones, da ritmo y crea fronteras entre los diversos géneros cinematográficos, incluso puede representar una película.
El ritmo pausado y acogedor de Elysium de Hans Zimmer y Lisa Gerrard nos transporta directamente a Gladiator, un film de Ridley Scott, y a la maravillosa escena de Russell Crowe andando entre el trigo.
El alma y la fuerza contenida de este tema acompañado de unas bellísimas imágenes, crean una atmósfera única, que se hace un sitio en nosotros mismos para acompañarnos por mucho tiempo.

Hans Zimmer no solo ha dado en la clave una vez, muy ligado a Ridley Scott, es el encargado de muchas B.S.O. más, desde 1988, adaptándose a cada género y tono, desde el cine más dramático como 12 años de esclavitud, Hannibal, Rain Man y Thelma & Louise, hasta films de acción y aventura como El caballero oscuro, Sherlock Holmes y Piratas del Caribe. Incluso acompaña a la animación en El Rey León, Madagascar y el debut en la gran pantalla de los Simpson. Se nos cae la baba con pensar en las incontables participaciones que ha tenido a lo largo de la historia del cine, hemos envejecido con él y forma parte activa de la cultura musical.

Otro personaje destacable es Bernard Herrmann, compositor especializado en este género, también muy ligado a otro gran, gran director: Alfred Hitchcock.
Sus melodías han llenado la pantalla desde 1941 con Ciudadano Kane (Dirigida por Orson Welles), este fue solo el comienzo de una gran carrera, alguno de sus trabajos más reseñables son Vértigo, los Pájaros y Taxi Driver, pero quizás la más reconocible y la que más nos impactó en nuestra época fue la visceral Psicosis, que al igual que nosotras, se conserva muy bien y no pasa de moda.
Incluso póstumamente, se han escogido sus temas para cintas como Kill Bill. Y hay que reconocer que Tarantino tiene un gran oído musical, las B.S.O. de Quentin prácticamente se han convertido en un género por sí mismas. ¿Cuántas veces no hemos bailado recreando a Uma Thurman y John Travolta en Pulp Fiction? Ese baile divertido y descompasado, con aires de serie B, sentimiento que se repite en muchas de sus producciones. ¿Cómo olvidar al Sr. Rubio bailando a la vez que tortura en Reservoir Dogs al ritmo de Stuck in the middle with you?.

Y es que no es casualidad que la música tenga un lugar privilegiado en los Óscar, con hasta cuatro categorías reservadas para ella, resulta imposible desligar música y cine, así que… Sam ¿te atreves a tocarlas todas?

Artículo para el magazine digital MurciaLOVE.