martes, 21 de enero de 2014

Lluvia de albóndigas 2


Segundas partes nunca fueron buenas, y en este caso la primera tampoco.
¿Cuántas veces se puede repetir una palabra en una película?
En lluvia de albóndigas se ha batido el récord. FLDSMDRF, el nombre del invento que convierte el agua en comida, es dicha un millar de veces. Roza y sobrepasa la paciencia de cualquiera. Es un gag poco afortunado.

Creemos que la mejor forma de resumir la película es la siguiente:
rustrante
enta
esquiciante
S aturada
ediocre
esquiciante, otra vez
idícula
eliz
Un colorido empacho que nos hizo salir corriendo a por cocido. No se la recomendamos ni a nuestra peor enemiga, la Martirio, la vecina que ahúma  la ropa de Eugenia con olor a sardinas. Mala bomba le caiga.

Y por último destacamos positivamente una cálida animación que al menos hizo que no nos durmiéramos en la sala.


Te damos 0'5/5 puntos de cruz.