Entretenimiento fresco pero sin sorpresas. Un huevo Kinder con un regalo por montar. Parece más un examen de geopolítica que una película de espionaje, con abundantes saltos temporales en su comienzo que hace que la película tenga gancho cero. Lo único que va tirando de la trama es su banda sonora en constante tensión.
Chris Pine interpreta a un hombre ineligente con inquietudes, que quiere luchar por su país junto a un Kevin Costner al que no le caben más arrugas en la cara, y una Keira Knightley con una cara de continua sorpresa como es costumbre. Un algoritmo que conjuga un atentado en EE.UU (para variar), un reparto con cierta calidad, unos aspectos técnicos completos y un malvado que no se sabe si tiene acento ruso o catalán.
Te damos 2'5/5 puntos de cruz.