Este viernes, 21 de Marzo, se estrena El Gran Hotel Budapest y para hacer boca a este prometedor film os traemos la crítica de Moonrise Kingdom, una comedia dramática del 2012 ambientada en los años 60.
Un cuento presentado y narrado de forma totalmente diferente, que nos habla de la pasión e inocencia de los niños y no tan niños.
Una obra maestra tan perfectamente simétrica que pone los pelos de punta, con una fotografía dulce y entrañablemente cálida.
Los personajes son excéntricos, divertidos y trabajados, que brillan por igual en esta maravillosa pieza donde cada detalle es cuidado hasta la extenuación.
Edward Norton es un maestro Scout despistado, Bruce Willis es un policía con mucho corazón, Frances McDormand una abogada comprensiva y Bill Murray, su marido en la ficción, ya tiene guardado un puesto en las producciones del característico Wes Anderson.
Al igual que Bill Murray, hay un buen puñado de grandes actores como Jason Schwartzman, Tilda Swinton o inlcuso Willem Dafoe, Owen Wilson y Adrien Brody, que no aparecen en este film, pero los podremos encontrar en El Gran Hotel Budapest.
Su estética y armonía están a la orden del día, con un humor simpático pero solo al alcance de los adultos.
Y no solo cuida la apariencia, pues el guión es fresco, atractivo y maduro, con originales giros y un timing que no deja lugar al aburrimiento.
Wes, te damos unos merecidísimos 4'5/5 puntos de cruz.