miércoles, 6 de agosto de 2014

Begin Again


Sin duda la comedia de tintes románticos más reseñable en lo que llevamos de año, que por suerte deja en un segundo pero vistoso plano los líos amorosos para hurgar en la música.

El buen ritmo se apodera de sus personajes en una destacable presentación de protagonistas que pasa de la imparcialidad aparente, mientras Knightley entona la primera canción, a tomar carisma y perspectiva. Keira Knightley y Mark Ruffalo en la piel de dos almas perdidas en las calles de Nueya York crean una buena pareja interpretativa, capaces de sacarte una sonrisa en sus momentos de liberación espontánea. Ella toma la palabra desde el principio y su voz va dirigiendo todas las situaciones que se desarrollan y la sorpresa está en que sabe defenderse con encanto. Canta bien, de hecho le planta cara a Adam Levine, vocalista de Maroon 5, quien se marca una buena puesta en escena y un papel más generosa que el de su paso por la serie American Horror Story: Asylum (2012).

El resultado es bonito y armónico al que se le agradece que todo fluya con audacia sin caer en sentimentalismos. Pero John Carney, quién también fue director de la fantástica Once (2006) parece que se olvida de añadir la frescura y fuerza que respiraban aquellas canciones tan sinceras y brillantes. Aquí se sustituye parte de la naturalidad y encanto por una visión más hollywoodiense pero que no por ello pierde autenticidad sino que se adapta a nuevas situaciones y tiempos, aportando novedad al panorama musical. Sí que vemos algo desaprovecha una crítica más directa a la relación de las discográficas con los artistas pero se insinúa y deja caer de buena manera.

Buenas vibraciones y entusiastas escenas que le hacen merecedora de 4 puntos de cruz.