lunes, 4 de agosto de 2014
El amanecer del planeta de los simios
En un futuro apocalíptico capitaneado por los errores humanos, las personas están muriendo, y las pocas que quedan vivas, están cayendo en batalla. Dentro de los pocos resquicios que aún hay de civilización, se tiene tanto miedo a la amenaza externa, que no se duda en comenzar una guerra antes de que aparezca dicha amenaza.
Por otra parte, los simios son cada vez más inteligentes y conscientes, con un férreo ideal de familia. Organizados y dueños del lenguaje de signos y de la escritura, se hacen con el manejo de otras especies, incluso montan a caballo. Realmente, ¿quién es el salvaje?.
Ambos bandos se ven envueltos en la duda de comenzar una guerra o no por la salvación de la especie.
Estaban ante un guión realmente complejo, que han resuelto a la perfección. Como integrar a humanos y simios y que no resulte más extraño de lo que ya conlleva la trama.
Invita a la reflexión, al entretenimiento y al disfrute del mejor cine en general y de la ciencia ficción en particular. Bueno... ciencia ficción... nunca se sabe.
Los ojos de Andy Serkins dotan a César de una personalidad arrolladora, te cuentan más de la historia que el guión, lo que nos demuestra que se puede ser un grandísimo actor, aun estando escondido detrás del motion capture.
Aunque echamos de menos a James Franco, las nuevas incorporaciones no están nada mal, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell...
Hemos visto gran cantidad de ciudades devastadas, pero sin duda, esta es la más catastróficamente exquisita y, porque no, roñosamente deliciosa. Han creado un mundo salvaje, post-apocalíptico y dejado, único.
Asombrosos efectos especiales y de sonido, que con las nuevas noticias de "Tarzán", esperemos que tomen ejemplo, pues queremos disfrutar a lo grande. De momento, el elenco no nos hace pensar lo contrario.
Obviamente, es una precuela y conocemos el resultado de esta historia, pero han intentado darle el máximo misterio posible, cargando la trama con intriga, sin caer en el aburrimiento, tópicos o ingenuidad.
No se trata solo de revivir el clásico, es de darle otro sentido, sensibilidad y adaptarlo al S.XXI. Claro está, sin olvidar a su predecesora.
Teníamos dudas de si esta segunda parte de la precuela era necesaria, seguimos sin saber si es necesaria o no para completar las anteriores, lo que si sabemos es que se ha convertido en una imprescindible para el cine.
Es cierto que está hecha para ser consumida, a gusto de la gran mayoría del público, pero nos demuestra, de nuevo, que una película de consumo no tiene que ser de usar y tirar, y puede dejar una huella no solo superficial.
También echamos en falta que el personaje de Gary Oldman se hubiera desarrollado un poco más, pero en 130 min. no podemos esperar que nos hagan un peliculón, nos desarrollen todos los personaje, y además le den más protagonismo a Oldman,
así que... chapó!
Estos errores humanos y esta desconfianza entre especies, nos obliga a darle 5 puntos de cruz.