La nueva aventura de los pájaros más bailongos, que en esta ocasión dejan Río de Janeiro para adentrarse en la selva Amazónica.
De toda la fiesta que se pegaron en la primera parte, ahora están de resaca, son incapaces de un crear un argumento original, a pesar de tratar muchos temas como el deporte, música, familia, ecologismo...
Todos los personajes son flexibles, no hay ninguno de carácter férreo, por lo que no encontramos choque ni contradicción, un punto de interés con el que conectar con la película, se vuelve plana y monótona.
Recurre a gags típicos de las segundas partes, rellenando con bromas fáciles como las de caídas, que quizás sea suficiente para algunos, pero parece que se han olvidado de que los más jóvenes son inexpertos, pero no tontos.
A pesar de ello, destacan algunas escenas como la del casting o momentos musicales.
Hay un exceso de malos en esta historia, lo que hace que ninguno se imponga, y se queden todos en un intento. Además, no cierran ningún debate de los que abren, solo sirven para adornar la trama.
Una animación precisa, como ya es habitual, y recordando la primera entrega, pensamos que no todo está perdido. Pero esto no es suficiente, por lo que le damos 2 puntos de cruz.