Una nueva aventura sobre esta gran figura del cine. Hacía ya 16 años que no lo veíamos y francamente el paso del tiempo, y de director, le han sentado bien.
Este remake no olvida a sus predecesoras, manteniendo la línea y el carácter, motivo de alegría para los más puristas y para los fans del cine en general.
Ahí donde lo veis, este monstruo de origen nipón es un cachico pan, no hay más que mirarle la cara.Le acompañan otras estrellas más recientes pero que no se empequeñecen a su lado, hablamos del polifacético Aaron Taylor-Johnson, cada día más completo y acaparando grandes papeles. El brillante Bryan Cranston que sigue brindándonos una gran actuación, y la emergente Elizabeth, la menos fracasada de las Olsen, no lo hace nada mal.
Esta historia que comienza en Filipinas, se va desarrollando a lo largo y ancho del planeta Tierra, acompañando a su paso gran cantidad de desastres y pérdidas humanas, que en algunas ocasiones nos recuerda a films como Lo Imposible, J. A. Bayona.
El discurrir entre países de la bestia y la persecución sin intención del protagonista nos mosquea, y nos hace considerar a éste como el punto más débil de la producción.
Sin embargo, uno de los puntos fuertes, son los efectos especiales y el modelado de los monstruos, que son un deleite para los sentidos, hasta parecen desprender olor.
Otro elemento fuerte e importante es el guión, que a pesar de estar demasiado justificado, se compensa con las dosis de acción que todo buen blockbuster debe tener.
Por todo ello, le damos a la gran bestia 4 puntos de cruz.
