Malditos vecinos es de esas películas que ofrecen lo que el tráiler nos vende y, aún así, se guardan muchos momentos interesantes para sorprender.
La historia es lo de menos, aquí lo que importa es cómo se cuenta y cómo se desarrolla. Introducen una serie de extravagantes bromas territoriales que van desde la típica golpe y porrazo, hasta la verbal, sin llegar a ser vulgar enganchará a los amantes de la comedia más que decente.
Por suerte la propuesta contiene unos personajes bien construidos, hechos para la química y la competición. Seth Rogen y Rose Byme son una joven pareja que acaba de abandonar la etapa más alocada de sus vidas y se mudan a una casa monísima, en un barrio familiar y hogareño donde empezar una vida adulta, en un ambiente idóneo para criar a su hija. Pero la calma no les durará ni un día cuando la fraternidad Delta Psi Beta lleguen pisando fuerte con el espíritu fiestero típico a lo Proyect X.
A partir de este momento la guerra entre vecinos se irá desarrollando entre la fiesta y la calma de unos padres treintañeros y unos universitarios juerguistas liderados por un Zac Efron que se aleja de delicadezas de instituto donde lo conocimos.
Lo mejor son las comparaciones generacionales y ver como estos padres se mueren por revivir aquella época de excesos. Nos recuerda a nuestra época en la movida madrileña, cuando vivimos una de las mejores épocas, aunque nosotras no teníamos problemas con nuestros vecinos.
Gustará y divertirá, sin llegar a ser nada singular, pero al menos tiene escenas que tardarás en olvidar. Por todo esto te damos 3'5 puntos de cruz.